Tuenti y su oportunidad de generar (más) valor social



La mayoría de las organizaciones sociales a las que sigo han apostado, desde el inicio, por dos redes sociales: Twitter y Facebook. En Twitter han encontrado una oportunidad para relacionarse con influyentes y hacer llegar su mensaje a personas relevantes en muchos ámbitos. En Facebook promueven conversaciones con sus seguidores de base y consiguen multiplicar el alcance de sus logros y proyectos gracias a la naturaleza expansiva de dicha red social.

¿Y Tuenti? Ahora que la red social apuesta por su apertura a otros perfiles de edad y a otros países, ¿qué puede ofrecer Tuenti a las ONG?


Lo primero que hice al plantearme esta cuestión es ir a la fuente, es decir a Tuenti. Cristóbal Fernández, su Director de Comunicación, me informa de que entre las 20 páginas con más seguidores se encuentran dos de carácter social, “Juntos podemos, por la igualdad y contra el machismo”: 418.874 seguidores; y “Desaparecidos dos niños (6 y 2 años) Ayuda por favor”, con 665.513 usuarios es la página que trata de recopilar información sobre la desaparición en Córdoba de Ruth y José, los hijos de José Bretón. La búsqueda sigue, por cierto.

Bien, dos páginas en el Top20 de Tuenti, ninguna promovida por una organización social, lo que me devuelve a un interesante intercambio de comentarios en este mismo blog con Fernando Polo. En el post, reflejaba el dilema entre la “planificación” vs “espontaneidad” y cómo una página de Facebook creada por un usuario había conseguido un número de fans inalcanzable, orgánicamente, para cualquier organización social o cultural. Recupero el argumento de Fernando:
Con la “democratización” de los medios de producción (aupa Marx), las posibilidades de crear páginas de Facebook son de todos. Lo cual significa que por cada una que cree una agencia, habrá 100.000 que creen “amateurs”. Las probabilidades de “viralización” o propagación espontánea son más o menos las mismas para ambos tipos de iniciativa (las ideas buenas existen en las agencias y en las cabezas de todas las personas humanas), pero evidentemente el número absoluto de iniciativas amateurs hacen que las agencias tengan muy complicado su trabajo en el Social Media.
Cristóbal, de Tuenti, aporta algunos ejemplos de páginas de organizaciones sociales en Tuenti: FAD (3.139 seguidores), Unicef (8.496 seguidores), Federación de Diabéticos Españoles (1.827), Fundación Anar (420)… Yo añado alguna del ámbito medioambiental, como: Greenpeace (11.239) o WWF (1.088). En la comparación cuantitativa con Facebook (número de seguidores), casi siempre gana esta última. Por ejemplo, allí Greenpeace España tiene 148.598 fans.

En un primer análisis, emergen dos conclusiones: Facebook ofrece más, muchas más opciones de publicación, de interacción y de seguimiento de las estadísticas. Por otro lado, las ONG no se preocupan por personalizar su contenido ni por buscar formas de engagement adaptadas al público de Tuenti.

Al mismo tiempo, Facebook ha creado un ecosistema favorable a la presencia y expansión de organizaciones sin ánimo de lucro. Y Causes es una buena muestra de ello. Tiene sentido: las ONG son capaces de movilizar a miles, millones de usuarios. Y, no sólo eso, también tienen presupuestos, algunas, para invertir en publicidad, en captación de leads… Facebook entiende que debe trabajar en esa línea no sólo por vocación social, como un servicio altruista a la sociedad, sino como parte de su estrategia de negocio.

Y en esta línea ha creado la figura de “directora de alianzas con ONG”, Libby Leffler, a la que hace unos días entrevistaba Beth Kanter. Y también han puesto en marcha una página de recursos y potenciado encuentros con organizaciones sociales y creado manuales de buenas prácticas

¿Y Twitter? Muy parecido a Facebook, ha creado una figura al frente de la innovación social – colaboración con ONG: Claire Diaz y puesto en marcha potentes campañas de ayuda a causas como el terremoto de Haití.
Ahora que Tuenti se ha internacionalizado y que se quiere posicionar en más segmentos de edad, tiene una oportunidad excelente para ampliar su base social, su vinculación con sus usuarios y también, por qué no, para explorar nuevas fuentes de ingresos y para generar valor.

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