Fotografiar con la cámara del móvil: cuatro trucos sencillos para obtener resultados mejores



De modo que te parece que la cámara de tu teléfono es buena y has empezado a utilizar el móvil para hacer fotos a todo lo que se pone a tiro. También a ese plato de cocido del menú de 9 € que vas a comer en un bar cercano a la o ficina. Tal vez incluso querrás mermar aún más la armonía del mundo compartiendo esa fotografía en alguna red social como Instagram o Facebook.

Mentiría si dijese que me parece bien. Porque la realidad es, y en el fondo lo sabes, que internet no necesita otra foto de un plato de cocido; que esa imagen no tiene nada de especial y que no le interesa a nadie. Y tampoco impedirá que tu madre llame para preguntarte qué has comido. "Cascomío", dicen ellas. Nos gusta compartir ese y otro tipo de imágenes, sobre todo cuando creemos estar haciendo cosas distintas o en sitios especiales; para demostrar que de vez en cuando salimos de la cueva Villa Rutina y que la luz del sol no nos hace daño; para documentar que hemos probado alguna de esas ginebras sobrevaloradas.

Y la combinación de teléfono móvil con cámara y conexión a internet hace que sea muy difícil reprimir el impulso de compartir fotografías al momento. Y, para bien o para mal, permite que cualquiera pueda hacerlo sin demasiadas complicaciones. Pero de momento ningún móvil tiene una cámara que merezca el calificativo de buena. Vale que ahora son notablemente mejores que antes, pero es que antes eran malas con ganas. Y las cámaras más comunes, esas pequeñas de apuntar y disparar –las que se consiguen con la cartilla del periódico o como regalo de Primera Comunión–, tampoco son mucho mejores. De modo que las fotografías hechas con el móvil son las nuevas polaroids: las puedes ver, enseñar y compartir al instante de haberlas hecho con sólo apretar un botón. Pero, como sucedía con aquellas, el precio a pagar es que el aspecto de la fotografía es indiscutiblemente malo. Afortunadamente, ahora con un mínimo esfuerzo puedes conseguir que las fotografías de móvil al menos no provoquen náuseas.

Hay gestos evidentes pero poco ejercitados como el de limpiar la lente de la cámara antes de utilizarla; la suciedad suele ser la causa de esos halos tan característicos, el efecto Sara Montiel. Otros necesitan un poco más de tiempo y práctica pero funcionan. Pon algo de tu parte. Cualquiera puede apuntar con la cámara del móvil y apretar el botón. Muévete y prueba algo diferente como girar ligeramente el teléfono, agacharte o subirte a una silla. Tírate al suelo. Acércate, y cuando te hayas acercado acércate más. Pero dando pasos, no con el zoom. Decide tú qué o quién es lo importante en la escena, que el teléfono no es adivino. En la mayoría de los smartphones basta con tocar la pantalla para indicarlo. Si estás haciendo un retrato apunta a los ojos. Prueba a usar el flash aunque haya luz natural si hay contraluz, por ejemplo si el sujeto tiene detrás una ventana. Aunque en general es mejor evitar el flash. Si una cámara de móvil es mala, su flash es aún peor. Desactívalo aunque no haya demasiada luz y si el sujeto está a más de dos o tres metros de distancia. Todos esos destellos de flash que se ven en estadios y conciertos crean un efecto bonito, pero no sirven para nada.

Sujeta el teléfono con firmeza para evitar que la imagen salga borrosa. Apóyate en una pared o sobre una mesa. Respira hondo y contén la respiración hasta unos instantes después de haber pulsado el botón. Arregla la imagen antes de compartirla. Se pueden instalar aplicaciones para hacer ajustes básicos en la imagen: recortar, iluminar zonas que hayan quedado oscuras o arreglar esos ojos rojos de marciano. Los filtros de la aplicación Instagram son como los cosméticos: no arreglan una foto mediocre, pero la disimulan. Y en algunos casos bastante bien.

Ejercita el gusto estético. Si compartiste esa foto del cocido es que lo necesitas. Cuando veas una foto propia o ajena que te resulte atractiva, fíjate en cómo está hecha; presta atención a lo que aparece en la escena, y también a lo que no aparece. Y lo más importante: cómprate un gato. Hazle miles de fotos al gato. Que en internet todavía no hay su cientes fotos de gatos.




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